He llegado esta mañana a un nuevo día. El sol me saludó con un cálido abrazo, el viento revoloteó a mi alrededor con un susurro de bienvenida, los árboles batían sus ramas en señal de saludo, y un cielo diáfano me sonreía desde la inmensidad.
Había partido desde el ayer. Aromas a nostalgias me habían despedido y fragancias a recuerdos me dieron su adiós. Mis pasos se habían desvanecido como las olas del mar al llegar a la orilla de la playa.
Pasos nuevos figuraban invisibles en los adoquines de las aceras. El horizonte abría sus abrazos y en sus manos dos interrogantes: certeza e incertidumbre.
Y para responder a estas, hice inventario de las esenciales e invisibles prendas en mi equipaje: mi determinación como abrigo ante las inclemencias de los imprevistos; la fe como cinto abrochado a mi cintura; la voluntad, mi sombrero calado sobre mi cabeza; y el deseo de vida, como medallón de plata colgado en mi pecho.
Me detuve a observar el amanecer. Un tono rosado se movía con intensidad hacia los bordes del horizonte, permitiendo que un color naranja se extendiera hacia el centro.
Al observar quise tener una panorámica del entorno y de los pasos a seguir. Me dirigí hacia la plaza de la meditación y tomé asiento en el banco de la paciencia.
Un aguijón persistente me sigue; trato de definir su impacto, qué tan benigno o maligno puede ser… es la duda ante lo incierto. Aquí sentado, sostenemos una conversación; me habla de abismos y desfiladeros, de altos riscos y elevadas cumbres. Al dejarla hablar, comprendo en el trasfondo de sus palabras que lo que realmente me está diciendo es que debo planear mi ruta, trazar un itinerario, hacer mi mapa del tesoro.
Me levanto del banco de la paciencia, para echar a andar por la senda de la acción. Le hago un gesto de despedida y ella me guiña un ojo en señal de que detrás de mí seguirá. Una conclusión y una certeza ondean delante de mí como bandera: no más pasos invisibles en los adoquines de las aceras, sino huellas perdurables señalando un rumbo a quienes avisten mi senda con horizontes de bordes rosados y naranjas extendidos.

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