Mi prosa, cual ave peregrina, que emite su canto, el cual va cruzando las distancias y atravesando las soledades, hasta encontrar en las lejanías, las caricias de los antiguos amores…
No busca ser inmortal, tan solo volar, así como vuelan los sueños y las ilusiones,
Tal vez al encontrar su zenit, calme sus ansias y su cantar se torne en aroma mañanero con olores a mastranto.
Prosa peregrina, que vives en el aliento de mi pasión y te alimentas de las miradas profundas de aquellos lejanos amores.
Que tu vuelo no mengue ni el trinar de tu sentir, que si ya paso el tiempo del ultimo amor, aun queda tiempo para la inspiración.

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